Conocé a Claudio y Mariana, una pareja muy Aires de Lagomar
¿Donde vivían anteriormente?
En un apartamento diminuto, sin balcón. Estuvimos 8 años.
Como primera experiencia estaba bien, pero después empezó a resultar chico, empezó a venir la familia… adoptamos dos gatos y más se achicó jajaj…
Siempre quisimos un lugar con espacios verdes y sabíamos que en Montevideo eso es difícil económicamente. Y además los dos éramos de la costa
¿Como fue la experiencia? ¿Qué fue lo que más les llamó la atención al mudarse?
Lo que más nos gustó es que es cerrado, que no es tan lejos de Montevideo, estás re cerca, que tenemos al toque todo, el shopping ahí, los servicios que hay en la vuelta, está todo. Desde súper hasta otro tipo de servicios. Para mi es un plus.
Un amigo nos dijo: confía, está bueno. Nosotros empezamos a venir hace 4 años cuando no había nada y veíamos como se pavimentó, se iluminó, saneamiento, la fibra óptica.
¿Cuál es el espacio favorito de la casa?
El jardín es todo, cada vez que podemos salimos. Si sale solcito salimos. Disfrutamos pila tomando mate al sol. Antes si queríamos pasto teníamos que ir al Parque Rodó.
¿Qué le dirían a las personas que están pensando en mudarse?
Que si buscan espacios verdes, tranquilidad y seguridad está bárbaro.
Justamente, ¿cómo han vivido la seguridad?
Nosotros estamos en una ubicación ideal… volvemos tarde en la noche de trabajar y estudiar los dos y no tenemos malas experiencias.
¿Cómo hacen con el tema del transporte?
¡En ómnibus! Los dos trabajamos en el mismo lugar y en menos de una hora estamos ahí. Ómnibus hay un montón. Acá a Lagomar llegan todos. Y antes vivíamos más lejos…
¿Cómo es el trato con los vecinos?
Re bien, notable. Tenemos un grupo con los vecinos. En general un buen trato. Las reuniones de copropietarios todo bien, todos plantearon sus temas y está bien coordinado.
Todo el mundo respeta los horarios de no hacer ruido. Y además adentro de la casa no se escucha nada.
¿Una anécdota de su llegada?
El primer día en la mudanza estábamos exhaustos pero no podíamos dormir, había demasiado silencio. (risas) Descansás de otra manera.
Cuando vivíamos en Pocitos estábamos en una calle con ómnibus, una locura, al principio nos costó dormir por el ruido y cuando nos mudamos para acá fue todo lo contrario. El silencio es total, ahora estamos re acostumbrados a la paz. Nos habíamos olvidado del silencio…
Además el tema de los gatos… A Wynona la adoptamos estando acá. Kiwi era el que estaba más acostumbrado a salir… se paraba en la puerta del apartamento y se ponía a llorar porque quería salir. Lo bajábamos con una correíta tipo perro al hall del edificio que había una especie de jardincito y se subía a un árbol. Era todo su contacto con la naturaleza.
El primer día cuando vinimos estaban nerviosos, estaban todo el día encerrados en la transportadora. Pero una vez que descubrieron el patio….
Cuando llegamos se paran en la puerta para salir y después no quieren entrar (risas)…
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